“Todo aquello que bulle y hormiguea y gira, es bueno”.
Fritz Zorn, Bajo el signo de Marte

domingo, 7 de diciembre de 2014

Sobre el retrato La familia de Juan Carlos I, por Antonio López

[Respuestas completas a cuatro preguntas de Peio H. Riańo para El Confidencial]

¿Qué claves debería reunir el retrato de corte perfecto? Precisa representación de los rasgos físicos del retratado, siempre equilibrada con una adecuada idealización para no disminuir el carácter representativo, absolutamente esencial, del retrato de corte.

¿Cómo se combina el genio del artista con la propaganda del motivo? Eso del "genio" es un prejuicio romántico del que estamos tardando mucho en desprendernos. Es lo que explica que el retrato pintado por Antonio López, uno de los artistas cuyo supuesto "genio" es reconocido por la mayor parte de los que gustan de las cosas de la pintura, pase por ser un buen retrato sin que nos hayamos parado a mirarlo. Así que combinan a la perfección, porque cosa distinta habría sido que lo hubiera pintado, pongamos por caso, yo mismo

¿Tiene sentido hoy un retrato de corte? Es más, ¿es posible si ya no existe corte? Entonces, ¿para qué cree que se hace un retrato pictórico (con qué fines)? Lo siento, soy cualquier otra cosa que monárquico, así que para mí no tiene sentido que haya corte, si entiendo lo que quieres decir con esa palabra, luego un tal retrato no tiene razón de ser. Supongo que el hecho por Antonio López ahora responde a la idea de alguien, quizá el mismo que lo encargó, que es monárquico, que entiende que es necesario que haya una corte y que, por tanto, lo sea también el retrato del que hablamos.

¿Qué retratos de corte destacaría de la tradición española? Los que a todo el mundo le vienen a la cabeza: todos los de Tiziano, todos los de Velázquez. Lo maravilloso en los de uno y los del otro, aún pintando retratos de corte, no dejaran de pensar nunca en términos de pura pintura, si me permites decirlo así.

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